Artículos y Recursos, Bitácora
Encuentro con los Abuelos
Rodando y rodando.. varias horas de carretera cruzando un paisaje totalmente desértico, pozos petroleros a lado y lado de la carretera, planicies llenas de pastos que convierten en cubos de heno perfectamente apilados.
Cultivos de olivas, naranjos y los famosos ranchos con caballos y camionetas gigantes traga gasolina, características de la zona.
Nunca quise decirle a las niñas que podríamos encontrar nieve en las montañas, hasta no estar seguros de verla. Esta sería otra sorpresa, sería su primera vez, la que nunca se olvida. Para ellas un sueño total que no esperaban en este viaje (yo tampoco).
A lo lejos de la planicie se ve la Sierra Nevada, que le hace honor a su nombre, allá esta el Sequoia National Park. Acá íbamos, con la preguntadera cada 2 segundos “¿ya casi llegamos?”, nos habían dicho que el trayecto era largo y que sólo hasta que uno ya creía que las Sequoias eran un mito, sólo ahí aparecerían.
Llegamos a las montañas y la nieve cada vez estaba más cerca, cuando les mostramos las niñas el paisaje, no musitaron palabra alguna para mi total decepción, parecía que crecieron mirando los arboles y nevados en Bogotá. Me acorde mucho de mis papás cuando con tanto esfuerzo me mandaron a USA y a Disney , hoy entiendo su frustración cuando me preguntaban y yo escuetamente respondía “chevere”.
Cada día admiro más el orden y la limpieza de los parques en Estados Unidos, me encanta la civilización de la gente que visita estos lugares.
Lo primero que nos encontramos fueron avisos de obra en la vía y lo segundo un gran trancón. Lo admirable, nadie pitaba, no había triple fila adelantando, no había venta ambulante y el señor que detenía el tráfico sabía exactamente que en 20 min abrirían la carretera para poder pasar. Nos ofreció seguir a una casita de información para esperar mientras daban paso.
Aquí fue la primera muestra de puntualidad y orden. como no creíamos nos descuidamos y nos toco esperar nuevamente 20 min que sumados fueron 40 porque volvieron a cerrar, típico de uno acostumbrado al desorden.
Todo nuestro camino fue acompañado de un carro guía que impedía a pesar de toda la señalización tener un accidente en alguno de los lugares donde arreglaban la carretera. Muchas veces me he unido a la personas que se burlan de los lugares naturales de los gringos, pero quiero decirles que hoy en día me encanta, me parece perfecto que no haya mugre en el piso, que la gente respete los senderos, la información y todo lo demás que impide que acabemos con cada lugar que visitamos.
Maravilloso!! Apareció la primera Sequoia, no se como describirles la hermosura de estos arboles, sólo sé que nos recordaron la poca permanencia del ser humano en la tierra, arboles de mas de 3000 años. Nos adentramos y cada vez aparecían más arboles gigantes y robustos. Totalmente mágico, cada día confirmo mas que lo único que me maravilla en la vida es aquello en lo que el hombre no ha tenido nada que ver. La Naturaleza!!
Llegamos a nuestro campamento, el 124 escogido por Luis hace 3 meses (toca reservar con meses de anticipación, los parques son muy concurridos y con espacio limitado), se me acaban los calificativos pero créanme que fue espectacular. Nuestra carpa estaba al lado de una cascada inmensa de deshielo de las montañas, era tal su fuerza que generaba brisa y agua en vapor. Aun había nieve y eso si que hizo felices a las niñas, Mía lloró porque era fría y Loli se quejaba del dolor en sus manos congeladas de hacer bolas de nieve.
Llegó la noche y encendimos una gran fogata para calentarnos, a pesar del calor en el día, la noche fue muy fría. Sacamos nuestra estufa y la comida que estaban guardados en una caja a prueba de osos. Es lo primero que advierten al entrar al parque, cosa que me generaba mucho miedo con las niñas.
De todas formas yo venía preparada, compré un gas en formato industrial para paralizar cualquier oso que quisiera entrar a nuestra carpa. Cocinamos y celebramos el estar en nuestra casita como decían las niñas.
Al día siguiente nos fuimos a caminar por entre el bosque de los gigantes, pudimos abrazarlos y sentir lo blanditos que son, parecen gigantes abuelos barrigones, al golpearles su tallo suenan huecos. De pronto vimos una mancha amarilla que se movía, era El OSO negro que después supimos que en esa área son amarillos. Cuando nos miramos, me provoco cualquier cosa menos ganas de salir corriendo, no pude evitar quedarme inmóvil con las niñas admirándolo y viendo como con sus garras tumbaba las cortezas de los arboles para sacar larvas. Filmamos, tomamos fotos y el jamás mostró ningún interés en nosotros.
La maravilla de todo esto fue ver las caritas de admiración de las niñas y verlas como su miedo por el gran animal se fue transformando en un instante en felicidad y admiración por esa belleza del oso. Ese día decidieron que serían Junior Rangers y en cosa de unas horas ya habían investigado y cumplido todo los requisitos para recibir la placa honoraria de guarda bosques.
De toda nuestra estadía en el parque sólo tendremos momentos hermosos en nuestra mente, desde el árbol mas grande del planeta, el primero contacto con la nieve, el primer oso, la primera marmota y eso que éste es sólo el primer parque de los muchos otros que recorreremos en estos 2 meses. Con nostalgia nos despedimos de Sequoia, llenos de verde en nuestras mentes continuamos en busca de más sin saber que nos espera…
PD. La capacidad de conexión no ha sido tan buena como esperábamos, por lo que los invitamos a tener algo de paz-ciencia, trataremos de colocar informes por lo menos cada 2 o 3 días.
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